Terry Gilliam ha tenido una carrera un poco accidentada, rodajes donde ha sucedido de todo, proyectos que se han quedado en la lata, películas que ante tantos inesperados problemas terminaron por exhibirse como documental y así un sin fin de extrañas circunstancias por las que ha tenido que pasar Terry para ver sus películas terminadas y después exhibidas en los cines.
The Imaginarium of Doctor Parnassus, no se salía de todos los desastrosos tópicos de Gilliam a la hora de rodar pues a mitad de camino se moría Heath Ledger, el protagonista y el Teatro rodante que Gilliam había hecho aparecer por las calles de Londres parecía que cerraría sus puertas indefinidamente, pero paradógicamene, la muerte de Ledger le dió un giro al camino incierto que tenía la película, Gilliam, con una gran idea, recurrió a tres grandes actores; Deep, Law y Farrell para terminar la obra. Y aún con la película terminada y un reparto más que bueno con Christopher Plummer, Lily Cole, Tome Waits, Andrew Garfield, Verne "minimi" Troyer y los ya mencionados, la película no encontraba medios de distribución pues las productoras la veían como un producto arriesgado. Increible pero cierto, está película se pudo haber quedado debajo de la cama, menos mal que no fue así.
El resultado es una película brillante, la historia parece sacada de un viejo y polvoriento cuento del siglo XIX, el diseño y el arte están geniales y la animaciones son brutales!! Lo que más sobresale son las muy logradas actuaciones y al final Gilliam quizo hacer de la película un merecido homenaje a Ledger que viéndolo ahí en la pantalla cuesta creer que en realidad este muerto, o a lo mejor está por ahi dentro de la imaginación del Doctor Parnassus.
The Imaginarium of Doctor Parnassus se venía cocinando desde hace mucho tiempo en la imaginación del director. En Tideland se pueden apreciar algunos detalles que terminaron por cuajar en The Imaginarium..., Gilliam para llegar a Parnassus tuvo que hacer Tideland, una movie muy extraña y que dividió opiniones. A mi me gustó, que quieren que les diga. En fin, Gilliam demuestra una vez más que es un director diferente, que no es del montón y que tiene una imaginación fuera de la común a la hora de hacer cine, buen cine.
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