Algunos estábamos casi convencidos de que a Coppola se le habían agotado las buenas ideas (desde hace tiempo) y que se conformaba a vivir dignamente bajo la grandeza de "Apocalipsis Now" y sobre todo de "El padrino".
Aquellos maravillosos años setenta donde Coppola hizo maravillas con dos grandes historias (adaptaciones literarias) tanto la bélica como la mafiosa, y que lo pusieron dentro de la élite cinematográfica, se veían muy pero que muy lejos de volver a repetirse, y en efecto, no se van a volver a repetir, lo cual, viendo el resultado que logró con "Tetro" nos alegramos.
Después de muchos años de incertidumbre, de alejarse (algo que le celebro) de las grandes producciones y hacer cine simplemente porque le gusta y le da la gana, me he llevado una muy buena sorpresa con "Tetro". Parece que los años y la experiencia adquirida le han sentado bien, no para filmar ni tampoco para contar una buena historia que eso nos lo dejó claro que lo sabía hacer y muy bien hace casi treinta años, sino para buscar su satisfacción personal y regresar a algo que había perdido (que sobre todo en los años noventa).
"Tetro" es una historia apasionante, una novela que se puede leer en la pantalla, es una vuelta a los origenes más personales y representativos del director que ahora después de tantos años se puede dar el lujo de hacer cine y pasar sin pena ni gloria por los festivales como si fuera un mero principiante queriendose hacer un hueco dentro de la élite, quizá ese camino no lo recorrió cuando era joven y tuvo el éxito y el reconocimiento a sus pies muy rápido, ahora tiene que luchar para que su película pueda ser proyectada en los cines y por el hecho de que es Coppola sino... quien sabe.
Otro punto que valorar son los actores, una mezcla entre latinos y anglosajones que le dan un toque brutal a la película, de Maribel Verdú a Vincent Gallo y Alden Ehrenreich pasando por la celebre Carmen Maura y Rodrigo De la Serna.
Desde el inicio, la película te mantiene a la expectativa y empieza a jugar con la deducción del espectador, y algo muy importante, la mayoría de la película se ve en un tono azulado que no es lo mismo que blanco y negro y a veces un poco marrón, pero esto tiene su explicación y su carga dramatica, el detalle sería muy pretencioso si no hubiera una razón específica, pero resulta sorprendente cuando si la hay. El rollo de que la historia se desarolle en Argentina también tiene su chiste pues el ambiente y las locaciones juegan un papel importante y están intimamente ligados con lo profundo de la historia, no creo que se pueda contar en otro sitio. La exposición del teatro dentro del cine es algo muy complicado y esta pelicula lo hace de maravilla.
Si la ven, que se las recomiendo ampliamente, no esperen una super historia de muchos cambios y confusiones y que al final todos digan !wooooooou! !era él! !el asesino! o cosas así, probablemente desde el principio puedan deducir como van cayendo las piezas, pero el encantó está en las tomas, la manera de contar la historia, de representar el pasado y los sueños que se viven a la vez, la música que también te hace sentir, el amor y los rencuentros no deseados pero inevitables, la determinante situación del dinero sobre la verdadera felicidad y la locura de las personas, esas que se sienten las más normales del mundo. Estoy seguro que Coppola, si su deseo era transmitir cierto tipo de sentimientos, lo ha logrado y con ello puede sentirse feliz y satisfecho.
Estamos ante un Coppola que parece tener claro que; el no renovarse, no quiere decir que ya no tenga un buena historia que contar o se le haya agotado la imaginación y tenga que agarrarse fuerte de sus viejas glorias, renovarse o morir dicen por ahí, pero Coppola se planta con una película que le es fiel a si mismo y que en cima goza de superación personal como director y cineasta.
Esta película no tuvo mucho éxito en Cannes, y viendo el resultado, estoy por ver todo lo que no les gustó a los críticos como; "Antichrist" de Lars Von Trier y "Los mapas del sonido de Tokio" de Isabel Coixet, así que ya les iremos informando a ver que tal.
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